Filosofando: Desigual.

Hoy me apetece filosofar. Veamos a ver qué me sale.

No hay nada como ser desigual.

Ser desigual... es... bueno, es eso, no ser igual.

Pero entonces surge otra pregunta. ¿Qué es ser igual?

Muy fácil. No ser desigual.

En realidad, ninguno de estos dos términos podría existir sin el otro.

Si todo el mundo fuera igual, el término "desigual" dejaría de usarse, ya que todo el mundo es igual, pero al mismo tiempo "igual" dejaría de usarse porque no haría falta diferenciar a una persona por ese término, ya que no hay nadie desigual.

¿Paradoja? yo digo realidad.

Por desgracia estamos llegando a un punto en este mundo en el que está de moda ser desigual... Salirse de lo establecido, vestir diferente, llevar gafas sin necesitarlas...

Lo que llamo yo "hacer el desigual".

Sí, no soy nadie para decir lo que nadie debe hacer, soy sólo un peón más de esta sociedad... Pero preveo un cambio.

Creo que si las cosas siguen su curso, tal y como están, ocurrirá una catástrofe.

Se producirá la inversión de los dos términos.

Estos dos términos que dependen tanto uno de otro, sin el cual no podrían existir, acabarán cruzando la barrera de lo lógico y se acabarán superponiendo al sistema establecido.

"Desigual" pasará a ser el nuevo "Igual", ya que la gran mayoría de la gente será "desigual".

"Igual" pasará a ser el nuevo "Desigual", ya que surgirá otra moda estúpida en el que la gente volverá a querer ser diferente y volver a ser "Igual".

¿Complicado? Es un círculo vicioso, el círculo de las modas, el imperio de las marcas.

Ése es nuestro mundo actual.

Y ahora me pregunto...

¿Quién establece lo que es igual o desigual?

Nosotros.

Porque somos estúpidamente desiguales.