martes, 23 de julio de 2013

Una llama




Una llama
me vibra
me baila
en la boca del estómago.

Quema,
quema mis
alientos
oxígeno
y músicas.

Se aviva,
trepa y escala
provocando
desprendimientos de ilusión
y otros cuerpos rocosos.

Quema la llama
que en el día largo,
quiere mis cenizas.

Cuando llega al alma
se olvida de arder,
se olvida de ser llama
y la espiral negra de miedo
que había crecido en mi vientre
me devuelve a mi cama
empapada de fantasmas grises...


Jamás volveré a jugar con fuego





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