jueves, 3 de noviembre de 2011

Ruido.



Cuando todo sabes, y nada entiendes.
Cuando caminas, y siempre tropiezas.
Cuando hablas, y nada piensas.
Cuando piensas, y nada escuchas.
Cuando escuchas, y todo es ruido.

Entonces, es cuando lo sientes.

Sientes el Ruido.

"Estábamos perdidos.
Nos encontramos.
Estábamos unidos.
Nos separamos."

El ruido nos inunda.
La hipocresía del mundo termina por llegar hasta el más recóndito rincón, donde nos escondemos.
El ruido nos inunda.

Nos alcanza.
Nos contamina.
Nos invade.
Y todo termina.

Y a aquellos que se salvan, se les llama locos, enfermos, o revolucionarios.
La tristeza termina con un funeral.
Un funeral. Una muerte.
Muerte de sentimientos que nunca llegaron a aflorar.

El cielo se parte en miles de trozos,
y deja ver nuestro oscuro final,
mientras una melodía suena.

La melodía del amar,
la melodía del vivir,
la melodía del acabar,
la melodía del morir.

Y cada nota, cada sonido,
es ruido empedernido,
que reza por hallar
un final, un destino...

Sólo nos queda esperar, ya nada vale.
El ruido nos invade.

1 comentario:

  1. "Y a aquellos que se salvan, se les llama locos, enfermos, o revolucionarios."

    Cuánta razón! Necesitamos más locos...

    Me encanta leerte xD
    Aquí estaré siempre: dando ánimos, y dando la lata también =)

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