lunes, 7 de noviembre de 2011

JARDÍN INTERMINABLE.



El Sol ha salido ya,
las nubes se han disipado.

Las flores en el jardín,
ya se han levantado.

Las gotas de rocío,
los rayos de sol,
el flujo del río,
la muerte del frío.

Y nada ni nadie se mueve,
la vida misma se detiene.

No hay nada que hacer.
Afuera,
hastíos campos esperan.
Adentro,
muerte en el aire respiro.

Un gigante se pasea
mostrando su poderío.
Una vida se balancea,
entre lo útil y lo baldío.

Sólo queda una flor,
en este jardín de locura,
pues es la más bella que jamás vi,
en mis años de tortura.

¡Y tenga un testigo fiable,
en esta locura infame,
de que la más bella de las flores,
yo he de llevarme!


Pues si no lo eres tú, no lo es nadie,
porque para mí eres...


Mi historia interminable...



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