lunes, 27 de agosto de 2012

Torre I




En la penumbra que se alzaba
entre las dunas,
una figura recortada en sombra
se encontraba,
interrumpiendo el gélido paraje
del desierto de la noche.

Un hombre en pie
alto, al viento,
dejando todo su contacto
con el mundo
flotar,
volar.

Sus ojos
fieros,
un azul
de bombardero.

Un escrutinio a medianoche
reveló, la situación crítica,
y el espesor en el aire,
ahogando a muerte
a los que han perdido el camino.

Un cinturón
que, a la orden de paso,
oscilaba dos armas de fuego,
su destino,
y su obsesión.

El pistolero,
entonces,
dormía pensamientos
mientras acaecían peligros,
esperaban tentaciones.
Asesino del calibre cuarenta y cinco,
las manos de un hombre
cuya percepción de la realidad
está basada en la experiencia
y en la búsqueda de por vida.

Torre, despierta.

Infinita la noche
que ya en su esplendor se veía,
el reposo del Caminante de los Mundos
había perpetrado.

Incansable, decidido
a seguir con su búsqueda
y destino,
su mirada,
azul, de bombardero,
quedó atrapada en la estancia
que daba razón a su contienda.

Lejana, pero perfectamente visible,
se erguía, lo llamaba
casi rogando
un forastero que acabara
con lo que un día, se había empezado.


El mundo se ha movido.






-Poema basado en la novela de Stephen King, "La Torre Oscura"

sábado, 25 de agosto de 2012

Ensoñación vespertina




Desde el dichoso día,
marcado en rojo en el calendario
con un desdén
indiferente,

desde el esperado día,
encontrado en sueños
y entramados mentales
en los que baso mi potente
insomnio,

desde el ominoso día,
en el que mi mente
buscó en su revés
un conocimiento inexistente
y encontró, por el contrario,
su inminente desequilibrio,

desde el maldito día,
en el que la carne
denegó su espíritu
y rehusó la razón
y se retorció hasta la
rotura del último ligamento
imaginario
que lo mantenía apresado

desde el imborrable día,
en el que el jefe Gris
y sus matemáticas neuronas
cometieron un fallo,
un número falso
al elevar a la decimotercera potencia,
una errata cualquiera
en una máquina imperfecta,
la cual, la razón procesó
en un milisegundo,
convirtiéndolas para desgracia
de este narrador
en palabras, y más tarde
en hechos,


O lo que es lo mismo, a todo lo anterior:

desde el maldito día,
en que metí la pata,

mis vívidos recuerdos
son parte de un ayer lleno de fallos

y mi mera presencia
me vale,
para formar un mañana
de pensamientos ficticios
en el que humildemente,
la joda,
y no me importe un ápice.



(Imagen por: http://simanion.deviantart.com/art/Think-Outside-The-Square-43566878)