martes, 29 de mayo de 2012

¿Hay alguien ahí fuera?





¿Hola?

¿Hola?
¿Hay alguien?
Nadie contesta...



¿Hay alguien ahí?
¿Hay alguien ahí?



La voz de la inocencia resuena,
tenue, e insegura,
hace de telón, o muro,
te oculta la verdad.

La voz de la experiencia
se hace oír,
fuerte, firme,
base de tu razón,
convenciéndonos de que es,
el máximo exponente humano,
sabiendo el saber,
olvidando el hacer.



¿Hay alguien ahí?



En palabras del miedo
nos aferramos y vivimos,
engañados y agazapados,
que ante todo lo indefenso,
está lo indefendible.

Mira al cielo,
y dime,
por qué las bombas no lo han hecho estallar.

Míranos,
y dime,
cuántos ladrillos hay a nuestro alrededor.



¿Hay alguien?
¿Hay alguien ahí?



Coro de muertos,
entonando réquiems,
a la rutina de un vivo.

Voces de locura,
eco de tambores isorrítmicos,
y melodías dodecafónicas,
dictan hechos políticamente incorrectos,
mentiras camufladas,
muertes manchadas de dinero.



¿Hay alguien ahí?
¿Hay alguien ahí fuera?



Millones de voces
hay en el mundo,
tantas como ladrillos
alrededor de nuestras vidas.


¿Has visto a toda esa gente asustada?


Podemos preguntar,
pero no responder.

No hay verdad en estas voces,
están afónicas de gritar
frente a una pared de ladrillos.




¿Hay alguien ahí fuera?



¿Hay alguien, ahí dentro?









(Imagen por: http://uturo128.deviantart.com/ )